Guías de viaje

Diario de 11 días por Egipto

Egipto es uno de los viajes imprescindibles de todo viajero, y en este post te contamos la ruta que hicimos durante 12 días por el país de los faraones.

DÍA 1 –  EL CAIRO

 

Para nuestra ruta por Egipto decidimos empezar por su capital, El Cairo, una mega urbe con más de 20 millones de habitantes. Aterrizamos en elAeropuerto Internacional de El Cairo de madrugada, por lo que antes de empezara explorar la ciudad cairota decidimos descansar un poco en nuestra habitación.Para llegar al hotel lo hicimos con un transfer que habíamos contratado online desde casa, y no tardamos más de 30 minutos. Nuestro primer hotel en El Cairo fue el Four Seasons Cairo at The First Residence, un lujoso hotel a orillas del río Nilo que técnicamente se encuentra en Guiza.

 

Ya por la mañana, y tras haber dormido un poco, nos lanzamos a visitar la ciudad. Lo primero que nos llamó la atención fue el caos que reinaba sus calles. Un sonido de claxons continuo es la melodía típica que acompaña sus bulliciosas calles, cuya loca conducción impresiona a todo visitante.Seguramente es la ciudad que más caótica nos ha parecido en cuanto a su conducción. En las calles no hay ningún orden: cada coche conduce a la suya, esperando a que los demás se aparten a su camino. Apenas hay semáforos y pasos de cebra, y para cruzar una calle te tendrás que armar de valentía y esperar a que los coches frenen al pasar. A pesar de este caos absoluto, es curioso el hecho de que no vimos ningún accidente durante nuestro viaje. Parece ser que dentro de su caos ellos tienen un cierto orden.

 

Nuestra primera visita fue uno de los sitios más conocidos de la ciudad: el mercado de Jan El-Jalili. Sus laberínticas calles te llevarán por todo tipo de tiendas y paradas en las que podrás encontrar souvenirs, lámparas, comida local… y dónde el regateo forma parte de su esencia. Estuvimos paseando durante un par de horas y luego visitamos la Mezquita de Al-Azhar que se encuentra justo al frente.

 

Cuando cruzábamos el paso subterráneo que une ambos sitios turísticos, nos encontramos con una de esas advertencias que habíamos leído antes de llegar. Mientras buscábamos la puerta para entrar a la mezquita, un chico joven local se nos acercó preguntándonos qué sitio buscábamos. Al decirle que estábamos buscando por dónde se entraba a la mezquita, nos dijo que justo ese día ya había cerrado y ya no se podía visitar. Como alternativa nos ofreció visitar otra mezquita, la cuál nos dijo que sí estaba abierta, y en la que podíamos subir a su minarete en el que disfrutaríamos de vistas a la ciudad. Le dijimos que no pasaba nada, que íbamos a rodear la mezquita para observarla igualmente desde el exterior. Al girar la esquina, vimos su entrada principal, la cual sí estaba abierta y con algunos turistas esperando a entrar. Suponemos que el chico nos habría pedido alguna propina por llevarnos a una mezquita la cual “sí que estaba abierta”.

 

Así que cuando vimos que sí estaba abierta, entramos a visitarla.Está abierta a turistas y su entrada es gratis. Es una de las mezquitas más grandes de la ciudad, y su patio interior impresiona, presidido por su brillante suelo blanco. También se puede acceder a las salas adyacentes al patio, dónde sus fieles rezan. Vimos muchos locales sentados en sus grandes alfombras leyendo el sagrado Corán. Nuestro viaje coincidió con el mes de Ramadán, por lo que la religión estuvo presente durante todo el viaje.

 

Seguimos paseando durante el mediodía por esa zona, conocida comoOld Cairo, conociendo un poco más el día a día de los locales. Una vez te alejas un poco de la zona del mercado, cuesta ver a turistas, aunque en ningún momento nos tocó vivir ninguna situación incómoda. Vimos algunas de las puertas de la antigua muralla de la zona antigua de El Cairo, y luego nos dirigimos a visitar el Parque Al-Azhar. Al viajar en mes de Ramadán, todos los sitios turísticos cerraban puertas a las 15:00 de la tarde, lo que hacía que tuviéramos que planear todas las visitas por la mañana, y dejar por la tarde esos abiertos. Uno de ellos era este parque que, aunque la entrada sea de pago, cerraba sus puertas por la noche, pues muchos locales van allí a celebrar el Iftar, la comida nocturna con la que los musulmanes cierran el ayuno diario del Ramadán.

 

Estuvimos paseando por el parque y comimos en una de sus paradas, que sirven comida local. El parque se sitúa en una zona elevada de la ciudad, por lo que permite obtener una vista panorámica de El Cairo. El parque está muy bien cuidado y vimos sobre todo adolescentes y gente joven.

 

Cuando salimos cogimos un Uber hasta otra de las visitas más conocidas de la ciudad, la Torre de El Cairo, situada en el moderno barrio de Zamalek. A pesar de ser la visita más cara de la ciudad (15€), su entrada vale totalmente la pena, ya que te brinda unas vistas impresionantes de la ciudad. En su mirador panorámico podrás observar la ciudad a vista de pájaro en sus 360grados. Si la calima lo permite, también podrás ver de lejos las pirámides de Guiza. Estuvimos hasta que empezó a caer el sol, así que también pudimos ver la ciudad iluminada de noche.

 

DÍA 2 – PIRÁMIDES DE GUIZA

 

En nuestro segundo día en la ciudad nos levantamos temprano y pusimos rumbo hasta Guiza, donde se encuentran las pirámides de Keops, una delas maravillas del mundo antiguo. Hicimos la visita con un tour que habíamos contratado, y merece totalmente la pena llegar temprano, pues sobre las 10 dela mañana empiezan a llegar los autobuses repletos de turistas.

 

A medida que llegas a la entrada, el impresionante tamaño de las pirámides no deja de sorprenderte. Aún hoy en día cuesta entender como unas infraestructuras así de perfectas fueron construidas el 2570 a.C. Nuestra guía nos contó la historia, significado y función de cada una de las tres pirámides, y nos llevó a un mirador un poco alejado dentro del propio complejo que dejaba unas vistas panorámicas de las tres pirámides con la ciudad de fondo increíbles. Aunque la visita se puede hacer por libre, es totalmente recomendable hacerla con guía para entender todo su significado. Las pirámides también se pueden visitar por dentro, aunque no es recomendable para claustrofóbicos, pues para acceder a la sala principal se hace mediante pasillos muy pequeños, en la mayoría de los cuales lo tienes que hacer medio agachado.

 

Después de las pirámides visitamos la Esfinge, y nos dirigimos a comer al hotel Marriott Mena House, uno de los más conocidos de la ciudad y con vistas envidiables a las pirámides. Comimos en el restaurante exterior –accesible para huéspedes y no huéspedes del hotel –, situado en el jardín del hotel y con las pirámides de fondo.

 

Ya comidos, nos dirigimos a la Ciudad de los Muertos, en OldCairo. Con un chico local que encontramos allí mismo, hicimos una pequeña visita a este cementerio que se ha convertido en una ciudad donde habitan muchos cairotas. El enorme complejo está formado por pequeñas viviendas habitadas por familias que comparten espacio con las sepulturas de sus familias en su exterior. Casi todas ellas se vieron obligadas a irse a vivir aquí por motivos económicos.La visita es prácticamente obligada hacerla con alguien local o con una excursión contratada, pues no es muy seguro visitar la zona a solas, además de que sus habitantes no hablan nada de inglés.

 

DÍA 3  - EL CAIRO

 

La mañana del día siguiente reservamos un tour por el barrio Copto, la zona cristiana de la ciudad. Durante la excursión conocimos la historia delos cristianos de Egipto. Visitamos los sitios más importante de este barrio, como la iglesia de Santa María la Virgen, más conocida como “la iglesia colgante de El Cairo” por estar construida sobre una de las antiguas puertas dela Fortaleza de Babilonia, o la iglesia de San Jorge, sede del Patriarcado de Alejandría. Antes de comer, la última visita fue el Museo Copto de El Cairo, que alberga una amplia muestra de obras de arte sacro, así como los conocidos Manuscritos de Nag Hammadi. Para acabar, nos llevaron a comer dentro del propio barrio copto a un restaurante a probar comida local.

 

Acabado el tour, cambiamos de hotel y nos dirigimos a la otra propiedad que Four Seasons tiene en la ciudad, el Four Season Cairo at Nile Plaza. También a orillas del río Nilo, sus impresionantes vistas desde la terraza y sus dos piscinas son sus puntos fuertes.

 

Después de descansar un poco en el hotel, y dado que todos los sitios turísticos ya habían cerrado, fuimos a pasear a orillas del río Nilo, pasando por el barrio de Zamalek hasta llegar a la zona del Palacio de Abdín, donde había una especie de mercado nocturno, muy moderno, en el que aprovechamos para cenar.

DÍA 4 – EL CAIRO

 

En nuestro último día en El Cairo, y una vez cogidas fuerzas en el desayuno del hotel y tomar un poco el sol en la piscina exterior del hotel, nos dirigimos al mundialmente conocido Museo Egipcio. Para la visita, es totalmente recomendable hacerla con un guía, y nosotros lo hicimos contratando uno de los muchos que se ofrecían en la propia entrada del hotel.

 

Una vez acordado el precio con un guía en español, nos dirigimos a su interior. El museo alberga miles de piezas, y está dividido en tres períodos históricos. En él también podrás ver una zona dedicada en exclusiva a Tutankamón, donde se encuentra su máscara así como sus sarcófagos, además de objetos personales suyos. Para acceder a esta sala tendrás que hacer una cola aparte, aunque vale con la misma entrada del museo general. En tu visita por el museo te sorprenderás por el buen estado en el que se conservan muchas de sus piezas, a pesar de sus miles de años. Podrás ver multitud de sarcófagos, tumbas, estatuas, objetos, máscaras… y hasta dos momias en un sorprendente estado de conservación.

 

La visita nos duró unas 3 horas, y fuimos a visitar la zona de laPlaza Tahrir, conocida por ser el epicentro de las protestas durante la revolución egipcia de 2011. Comimos por la zona y pasamos la tarde paseando por sus calles, y como al día siguiente cogíamos un vuelo muy temprano a Luxor, cenamos temprano y nos dirigimos al hotel.

 

DÍA 5 – EL CAIRO – LUXOR

 

En nuestro día quinto en El Cairo nos levantamos muy temprano para coger el avión con destino Luxor a las 6:30 de la mañana, dónde nos esperaba nuestro crucero por el río Nilo, una de las grandes visitas de este viaje.

 

Para hacer el crucero por el Nilo, totalmente imprescindible enEgipto, tienes dos opciones: hacer el recorrido desde Luxor a Aswan (que dura 5días/4 noches), o hacer el recorrido al revés, de Aswan a Luxor (y que dura 4 días/3noches). Pese a que las visitas que se hacen en ambas opciones son las mismas, en la primera, que es la que hicimos nosotros, el hecho de disponer de un día más te hace ir un poco más relajado, con los tiempos no tan apretados. Aunque en los cruceros por el Nilo, que todos hacen las mismas rutas y visitas, pese a visitar sitios impresionantes, no son un sitio para ir de relax, ya que la mayoría de visitas se hacen muy temprano por la mañana para evitar el calor y las grandes aglomeraciones de turistas.

 

Llegamos al aeropuerto de Luxor a primera hora de la mañana, donde un representante de la agencia nos esperaba para llevarnos a nosotros y a otros turistas al que sería nuestro barco los siguientes días. Pese al pequeño tamaño del aeropuerto, este estaba repleto de turistas, todos esperando a sus transfers para llevarlos a sus barcos y empezar el crucero. El puerto de Luxor, Aswan, y los otros sitios que visitamos durante nuestra ruta por el río Nilo estaban repletos de barcos llenos de turistas. Todos tenían una terraza en la azotea, con zonas de tumbona y piscina, aunque existen varias categorías de cruceros. Nosotros lo contratamos a través de Civitatis, y lo recomendamos totalmente.

 

Llegamos a nuestro barco, y después de tomar un té local, fuimos a descansar a la habitación después del madrugón que nos había tocado hacer. Antes de comer subimos a la terraza del barco, que cuentan con piscina, tumbonas y unbar, a tomar un poco el sol. La temperatura, una vez llegas a Luxor, cambia radicalmente. El calor abundante y las temperaturas más elevadas te acompañarán durante todo el crucero. Por las noches cuesta que refresque, aunque dentro del barco el aire acondicionado te proporcionará temperaturas agradables.

 

El que sería nuestro guía se reunió con nosotros antes de comer, y nos explicó cuál sería la ruta durante los próximos días y las visitas que haríamos, los horarios, excursiones opcionales y el funcionamiento general del barco. Luego, fuimos al restaurante del barco, dónde probamos el bufet. En el barco se hacen tanto el desayuno, como la comida como la cena, y todos son estilo bufet, aunque la comida va cambiando cada día. El restaurante está organizado en mesas de 6-8personas, y te asignan un grupo el primer día, lo que es una buena ocasión para conocer a nueva gente. A nosotros nos tocó una mesa con un grupo muy divertido y nos lo pasamos muy bien. Luego, las visitas se hacían en dos grupos, cada uno con su propio guía y de unas 30 personas.

 

Después de comer, y tras pasar la tarde conociendo al grupo, al atardecer hicimos la visita al Templo de Lúxor, preciosamente iluminado de noche. Fue curioso visitar el templo de noche, ya que nos proporcionó unas imágenes distintas a los templos que visitaríamos los siguientes días, todos a primera hora de la mañana. Finalizada la visita, en la que el guía nos contó su historia, hicimos un paseo en caballo a bordo de una calesa entre las calles deLuxor. Totalmente recomendable.

 

DÍA 6 – LÚXOR

 

En nuestro primer día entero a bordo del crucero nos levantamos muy temprano, sobre las 5 de la mañana, para bajar a desayunar y salir hacia las visitas que nos esperaban esa mañana. La primera visita fue el Valle de losReyes, dónde visitamos 3 de las tumbas que se encuentran en esa majestuosa construcción.El madrugón mereció la pena, ya que cuando salíamos empezaban a llegar los grandes grupos de turistas. Después nos dirigimos al Templo de Hatsepsut, dedicado a la única mujer que reinó en Egipto durante un período largo de tiempo, y los Colosos de Memnón, dos gigantescas estatuas de piedra que representan al faraón Amenhotep III.

 

Realizadas estas visitas, cruzamos el río Nilo y pusimos rumbo al Templo de Karnak, unido con el Templo de Lúxor por la Avenida de las Esfinges, una calle de tres quilómetros de longitud que se inauguró a finales del 2021, después de ser ampliamente restaurado. Este majestuoso templo destaca por sus salas de gigantescas columnas, en muy buen estado de conservación. Sin duda fue uno de nuestros favoritos de todo el viaje.

 

Al regresar al barco y mientras comíamos, zarpamos en dirección a Edfu, y empezamos a disfrutar de las maravillosas vistas y paisajes que te brinda el Nilo a su paso. Esa misma noche pasamos por una de las presas que tiene el río, y fue muy curioso ver cómo el barco se nivelaba entre los dos niveles de agua a lado y lado de la presa.

 

DÍA 7 – EDFU – KOM OMBO – ASWAN

 

La primera visita de nuestro tercer día a bordo, y después devolver a madrugar, fue el Templo de Edfu, dedicado al Dios Horus, en muy buen estado de conservación y con unos relieves increíbles. Tanto para llegar como para regresar al barco lo hicimos a borde de una calesa, un transporte habitual para turistas en esta zona de Egipto.

 

Más tarde llegamos al barco y pusimos rumbo a Kom Ombo, dónde visitamos su impresionante templo, dedicado a los dioses Sobek y Hareoris. La visita la hicimos al atardecer, y la experiencia de visitar el pueblo de noche, mucho más vivo que de día, fue totalmente recomendable. La tarde la pasamos en la terraza del barco, de chapuzón en chapuzón para pasar mejor las altas temperaturas del sur egipcio. Por la noche, mientras disfrutábamos de la fiesta de disfraces en una sala-bar del barco, pusimos rumbo a nuestro último destino, Asuán.

 

DÍA 8­ – ASWAN

 

Este día llegaba una de las visitas que más esperábamos todos, los templos de Abu Simbel. Sin embargo, para llegar a ellos y debido a la gran distancia que los separa de Aswan, nos tuvimos que levantar de madrugada para salir a las sobre las tres y media de la mañana en autocar y poder visitar los templos a primera hora del día, cuando aún no estuvieran muy masificados. Después de más de tres horas de viaje, y habiendo aprovechado a dormir, llegamos a nuestro destino.

 

Todos los barcos ofrecen esta excursión como un extra opcional, aunque su visita es prácticamente imprescindible, y en nuestro grupo lo hicimos casi todos.

 

La majestuosidad de los templos, que fueron trasladados a su ubicación actual hace algunas décadas para salvarlos de las inundaciones que abundaban en su localización original, impresiona. El complejo está formado por dos templos excavados en la roca, uno dedicado a Ramsés II y otro a Nefertari, su primera y predilecta esposa. Lo que más impresiona son sus entradas, formadas por gigantescas esculturas, y que se conservan en un estado excelente. Tuvimos tiempo de visitar todos los rincones del templo por su interior, y conocer su historia y significado.

 

Terminada la visita, pusimos rumbo de nuevo a Aswan para dirigirnos al barco. Antes de llegar visitamos el obelisco inacabado, una visita que hicimos a pesar de no estar incluida en el programa, ya que la excursión que había prevista, el Templo de Filae, se encontraba cerrado debido al viento que hacía y a la poca visibilidad que había, ya que el templo se encuentra en una especie de isla en medio del Nilo, y su acceso en barca no era posible en esas condiciones. A pesar de que nos quedamos con las ganas de visitar el templo, la visita al obelisco fue curiosa, ya que nos contaron cómo se construían estos, algo que nunca nos habíamos planteado.

 

Por la tarde, después de comer, hicimos un paseo en barco por la zona de Aswan, la más bonita que vimos en todo el recorrido. El contraste entre la arena dorada, la vegetación y el agua es increíble. Después de este paseo hicimos otra de las excursiones opcionales, aunque totalmente recomendable: la visita al pueblo Nubio, uno de locales. En la excursión seguimos navegando por la zona del Nilo y visitamos áreas aún más vírgenes con paisajes inmemorables. La primera parada fue a las orillas del río, dónde había una especie de playa formada por las dunas de arena. La segunda visita fue al poblado local, una pequeña población que cuenta con su propio dialecto y que vive del turismo. Visitamos una casa y una escuela local, y dimos un paseo por el pueblo. Ver cómo vive la gente local en esa zona de Egipto fue una experiencia única.

 

Tras visitar el pueblo nubio, volvimos a nuestro crucero dando un paseo en la parte de arriba del barco, disfrutando del increíble atardecer, el último en el crucero. Cenamos en el barco y después volvimos a tierra, dónde dimos un paseo nocturno por la ciudad, viendo como los locales disfrutan de sus mercados locales. También visitamos una iglesia católica local, y volvimos al barco, dónde pasamos nuestra última noche.

 

DÍA 9 – ASWAN – ALEJANDRÍA

 

Por la mañana, el personal del barco nos llevó al aeropuerto de Aswan para coger nuestro vuelo a El Cairo. Durante la mañana todos fuimos dejando el barco, en función de la hora a la que teníamos reservado cada uno el vuelo. Al llegara El Cairo, cogimos un transfer que habíamos contratado previamente para que nos llevara a Alejandría, dónde íbamos a pasar nuestras dos últimas noches.

 

Llegamos a media tarde a nuestro hotel, el Four Seasons Alejandría, situado en una de las mejores ubicaciones de la ciudad, la zona de San Stefano.El hotel, que se convierte en resort a estas alturas del año, cuenta con una amplia zona de playa privada, piscina, restaurante, villas y amplios jardines. Pasamos el resto de tarde en la piscina interior y spa del hotel, y cenamos en el centro comercial adjunto al hotel, al cual tienes acceso privado desde el propio lobby del hotel.

 

DÍA 10 – ALEJANDRÍA

 

En nuestra primera mañana en Alejandría hicimos un tour por la ciudad. Lo primero que nos llamó la atención al empezar a explorar la ciudad fue el aire más moderno y occidental que se respira en la ciudad en comparación con el resto del país. Gente más joven y vestida de forma más europea. La arquitectura y diseño de los edificios también tienen el sello de la ciudad mediterránea que es. Caminar por su paseo marítimo te transporta a estar paseando por alguna ciudad costera francesa o italiana.

 

La primera visita que hicimos fue la Ciudadela Qaitbay. Situada en el mismo lugar dónde en su momento se encontró el histórico Faro de Alejandría, una especie de península que divide el puerto en su parte oriental y occidental, la fortaleza te brinda unas vistas únicas de la ciudad. Se construyó para la defensa de la ciudad durante la década de 1480 bajo las órdenes del sultán Qaitbay. Se encuentra en muy buen estado de conservación, y es un sitio ideal para pasar un buen rato por la mañana paseando por sus instalaciones.

 

Nuestra segunda para fue en las Catacumbas de Kom el Shogafa, situadas en la misma colina en la que se encuentra la columna de Pompeyo. Su construcción se remonta al periodo romano y fueron descubiertas, por casualidad, el 1901. Su nombre se debe a los restos de cerámica que fueron encontrados en el lugar y que se habrían usado para los banquetes mortuorios. Se cree que originalmente estas catacumbas eran una cripta privada, que posteriormente fueron agrandadas. En ellas, la gente era enterrada en sarcófagos, sobre estanterías, o en urnas donde se depositaban las cenizas de los fallecidos. La visita es muy recomendable, y aún se pueden apreciar sus detalles decorativos.

 

Con el tour también aprovechamos para visitar la Biblioteca deAlejandría, que en su momento fue la más grande del mundo, y que fue construida en el siglo III a.C. Se encuentra justo frente el Mar Mediterráneo, y en su momento llegó a albergar más de 900.000 manuscritos. Después de que la biblioteca desapareciera por un misterioso incendio, en 1987 se inició un proyecto internacional para rescatar el significado cultural del sitio y el símbolo que representa la mítica biblioteca. La UNESCO coordinó la construcción, que se hizo a través de un concurso internacional que ganó un despacho noruego, y después de aportaciones económicas de gobiernos y asociaciones de todo el mundo, fue inaugurada en 1996. Dentro de la misma biblioteca también se pueden encontrar varias exposiciones y museos, además de un planetario.

 

Finalizado el tour, comimos en un restaurante local, y por la tarde estuvimos paseando por su enorme paseo marítimo, entre el caos de la conducción y el relajante sonido del mar. Llegado el atardecer, el paseo se llenó de gente local que se reunió para celebrar el Iftar del Ramadán, y comer algo frente al mar. Resaltar también que en los 3 días que estuvimos en la ciudad, nos llamó mucho la atención que no vimos prácticamente ningún turista. En los sitios propiamente turísticos, había más gente local que extranjera, y paseando por la ciudad no vimos a nadie. La razón principal seguramente sea que la mayoría de turistas que visitan Alejandría lo hacen con tours de 1 día desde El Cairo.

 

DÍA 11 – ALEJANDRÍA

 

Este era nuestro último día en Alejandría, y también nuestro último día de nuestro viaje por Egipto. Por ello, decidimos tomarnos el último día de relax y pasar toda la mañana en la playa privada del hotel, y su amplía zona con piscina y tumbonas. El tiempo nos acompañó, y durante todos los días que estuvimos hizo un sol radiante. A mediodía comimos en el restaurante situado en la zona resort del hotel, y después fuimos a descansar un poco en la habitación.A media tarde nos vino a buscar el transfer que habíamos contratado para que nos llevara al Aeropuerto Internacional de El Cairo, desde dónde salía nuestro vuelo de regreso a Barcelona.

Esta fue la ruta que nosotros hicimos en Egipto durante 11 días, uno de los destinos más fascinantes del mundo, repleto de historia. Y si quieres que el país de los faraones sea tu próximo destino, en TheRouteBook planeamos tu viaje a medida totalmente personalizado. ¡Contacta con nosotros!